sábado, 1 de septiembre de 2012

Azofaifas

Es el tiempo de las azofaifas. Este fruto ácido y dulce a la vez señala la llegada del otoño y el arranque de un nuevo ciclo.

Azofaifas cultivadas (Injerto de manzana)
Las azofaifas eran las chuches de muchos niños en la costa gaditana y onubense en tiempos en los que no podían acercarse a un kiosco. Las azofaifas traen recuerdos y aromas de tiempos difíciles, a gente que, por suerte, aun están entre nosotros para recordarnos que de todo puede salirse.

Las propiedades medicinales de la azofaifa son múltiples, sus pepitas tienen propiedades alucinógenas y con las hojas y corteza del azofaifo se elaboran múltiples compuestos terapéuticos tradicionales.

Las azofaifas maduran, dicen en la zona del estrecho de Gibraltar, con la última gran levantera del verano. Con lo que sopla estos días, la cosecha promete ser excelente.


Azofaifas silvestres
Como si de unas profetas se tratasen, las azofaifas en su punto de maduración en la boca, con esa extraña y atrayente mezcla de textura y sabores, parecen decirnos: que sople, que sople el Levante, que arrastre todo lo malo para que pueda llegar septiembre y lo afrontemos con vigor y energía.

La principal virtud de la azofaifas es que otorga fortaleza muscular.

No hay comentarios: