jueves, 18 de mayo de 2017

Las enseñanzas del caracol


Es sin duda un animal rabiosamente simbólico. Su estilo, su forma, su paradigma lo convierte en una animal fetiche y enigmático.

Para las personas ancianas y sabias, el caracol representa al corazón, tiene su forma. El caracol permite entrar en el corazón o salir de él para ir al mundo. A la vez que se abre hacia fuera, hacia el exterior, conserva su interioridad. Se abre, va hacia fuera o se pliega y vuelve sobre si mismo.

Los antiguos mayas simbolizan el tiempo con un hombre viejo saliendo de un caparazón de caracol. El caracol en diversas culturas centroamericanas, la caracola en culturas más cercanas al mar han servido desde tiempos inmemoriales para convocar reuniones y asambleas. En el antiguo Egipto, la baba de caracol era un componente fundamental de cosméticos y regenerador de la piel.

Los caracoles han servido para designar las regiones políticas autónomas (bioregiones). Es el símbolo del movimiento neozapatista,….,

Dice Ivan Illich: “El caracol construye la delicada arquitectura de su caparazón uniendo una tras otra, espirales más amplias, después cesa bruscamente y empieza las vueltas ahora decrecientes. Una sola espiral más amplia daría al caparazón una dimensión dieciséis veces mayor. En lugar de contribuir al bienestar del animal, lo sobrecargaría. Entonces, cualquier aumento de su productividad no serviría más que para paliar las dificultades creadas por este engrandecimiento del caparazón más allá de los límites fijados por su finalidad. Superado el punto límite de ampliación de las espirales, los problemas del sobrecrecimiento se multiplican en progresión geométrica, mientras que la capacidad biológica del caracol no puede, a lo más, sino seguir una progresión aritmética”.

La sabiduría del caracol se ha convertido en el emblema del movimiento Slow. Porque el caracol no solamente nos enseña la necesaria lentitud, es toda una manera de entender el ritmo, el sentido, los límites.

Tener la sabiduría suficiente para entender cuándo se ha alcanzado el límite, muestra el camino para diseñar y construir una sociedad que tenga entre sus rasgos característicos, ser de convivencia y serena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Practicar la calma es la mayor sabiduría, las respuestas a todo la tenemos en nuestro interior y nos llegan con la calma, porque la desesperación no trae nada bueno. Calma y paciencia es lo que hay que tener para vivir en nuestra sociedad.Con calma todo se disfruta más, despacito......